Una gran oportunidad

En la misión de Palao, en Perú, trabajan las Hermanas Misioneras Combonianas dando seguimiento a 180 niños y jóvenes que viven en las montañas. Estas familias vienen de los Andes del Perú, dejan sus residencias para buscar mejores condiciones de vida para ellos y sus hijos. Ellas son los más vulnerables para los traficantes de seres humanos. Desafortunadamente ésta es una realidad muy frecuente no solo en Perú, sin también, en Brasil y México.
El Papa Francisco cuando habla sobra el tráfico de personas se expresa así: “constituye una violación injustificable a la libertad y a la dignidad de las víctimas”, que son dimensiones “constitutivas del ser humano querido y creado por Dios”. Por esto se la debe considerar “un crimen contra la humanidad”.
Gracias al proyecto preventivo de las combonianas Cristian un joven de 17 años ha conseguido escapar de las redes de los traficantes al incorporarse al grupo juvenil bajo la organización de las combonianas, allí los jóvenes encuentran un espacio de recreación, protección y capacitación motivándolos a seguir estudiando y ayudar a otros jóvenes y niños a crecer sanos y libres. Nos comenta Cristian: “Tengo la suerte de estudiar (estoy en la secundaria) y no haber caído en las garras de los traficantes de personas que rodean por el asentamiento humano ofreciéndonos trabajo y estudio, que después es un engaño, muchos jóvenes han caído en la explotación laboral y sexual.”
Junto a las combonianas tu puedes colaborar con tu donación y ayudar a combatir el “crimen contra la humanidad” favoreciendo a otros niños, mujeres y jóvenes como Cristian a que no caigan en la trata humana, explotación laboral, sexual y doméstica. Apoya nuestro proyecto sin cadenas, juntos contra la trata.